lunes, 3 de marzo de 2008

SUS OBRAS
En el pintor español Pablo Picasso se resumen todos los cambios y las significaciones simbólicas, científicas y sociales del arte pictórico del siglo XX. Es la clave de la pintura y aun en general del arte de nuestra época. Son evidentes sus aportaciones morfológicas, la revolución de las formas en su obra, pero más significativa resulta su relación con la sociedad y la época en que vivió. En el primer aspecto, es la figura representativa del cubismo; en el segundo, una de las cumbres del expresionismo, si bien nunca figurará entre sus grupos y actuará de forma autónoma.
Autorretrato de Picasso (1906)
Su evolución estilística y temática dibuja un apasionante itinerario, en el que asombra la diversidad de registros, las múltiples posibilidades que el lenguaje pictórico tiene para retratar a la sociedad o los problemas de una época.
Etapas azul y rosa
Sus primeras etapas corresponden al figurativismo. En la denominada época azul domina un sentimiento patético, expresado con una monocromía que posiblemente se inspiró en ideas debatidas en la tertulia modernista barcelonesa de "Els Quatre Gats". Instalado en París, se inclinó decididamente por la monocromía azul para destacar la melodía de las líneas en un muestrario de personajes dolientes. El Picasso de veinte años parece conmovido por el sufrimiento y retrata un mundo de mendigos y ciegos de cuerpos escuálidos y cabezas vencidas.
En la siguiente etapa, la época rosa, combina poco a poco los tonos más amables para plasmar el mundo del circo con sus juglares y saltimbanquis. Si se compara La comida frugal de la época azul con los retratos o escenas de circo correspondientes a la época rosa, se percibe, más allá de las diferencias entre la tristeza compasiva y una cierta serenidad aceptada, la profundización en la observación del hombre y los ambientes sociales. Su vida en el "Bateau Lavoir" parisino tuvo la misma intensidad que la de los cenáculos modernistas barceloneses, y esas vivencias se llevaron a la tela.
El cubismo
Picasso pasaría en pocos años de las formas expresivas al nivel de las formas simbólicas. La revolución se inició con Les demoiselles d'Avignon (1907), manifiesto del arte del siglo XX, cuya gestación exigió a Picasso un trabajo de meses. Varios cuadernos de apuntes y cambios en las figuras y la composición desembocaron en el grupo de mujeres, donde la corporeidad humana y los rostros se intensificaron mediante deformaciones.
La influencia del arte africano y la herencia del arte ibérico llevaron a Picasso a ensayar esta nueva anatomía llena de presagios terribles, como si buceara en niveles todavía no explorados de la realidad humana. Era el manifiesto del cubismo, corriente que ocuparía la actividad del pintor durante una decena de años, aunque sus conquistas geométricas reaparecerían en toda la producción posterior.
Clasicismo, surrealismo, expresionismo
El drama de las figuras cubistas sintonizaba perfectamente con los desastres de la guerra. Al finalizar la contienda, Picasso, sin abandonar el cubismo (como se percibe en Tres músicos del Museo Metropolitano de Nueva York, de 1923), inicia la etapa denominada clasicista, caracterizada por la representación del movimiento en los decorados para los ballets rusos de Diaghilev.

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